Una de las cuestiones más difíciles de comprender y de hacer comprender a los demás, es la contaminación cruzada del gluten. Es un aspecto que caracteriza y complica la cocina de un celíaco, ya que otras dietas especiales no tienen esta particularidad y solo nos guiamos por los alimentos permitidos.
Las partículas de gluten pueden viajar de un alimento a otro con el simple uso de cualquier utensillo de cocina que no esté bien lavado, o si uno intenta compartirlo con preparaciones no aptas.
TODO ES CUESTION DE HABITOS; al principio resultará algo extraño, pero con el tiempo se transformará en algo cotidiano; lo importante es informar a todas las personas que manipulan la comida sin gluten.
Algunos consejitos a la hora de cocinar:
Cocinar primero al celíaco: especialmente si hablamos de frituras o amasados, lo ideal es hacerlo primero para el celíaco. En el caso de las frituras siempre con aceite sin uso. Si vamos a rebozar milanesas, por ejemplo, rebozamos primero las aptas y luego seguimos con las demás. Si hervimos pastas, en agua limpia, primero las aptas, retiramos y seguimos con las demás.
Utensilios súper limpios: hay utensilios de cocina que por sus características resultan muy difíciles de limpiar con profundidad, ya sea coladores, espumaderas, batidores, placas de horno, tarteras, etc. Como solución podemos contar con un pequeño conjunto de utensilios de uso exclusivo, y aislar los alimentos con papel metálico.
Fuente: Andrea Pini
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